¡Bienvenidos al blog escribiendo sin tiempo!

Me he metido en este lío, sin saber muy bien lo que estoy haciendo, pero sí por qué lo estoy haciendo: me gusta escribir y contar historias. He conseguido terminar una novela, “Más allá de la Luz “, (lo que no sé si es un gran mérito, pero sí mucho trabajo), y aunque parezca increíble, ¡una editorial ha querido publicarla! ¡A la primera!

He leído en las páginas de apoyo a escritores de internet que no puedes publicar una novela sin tener un blog. Que es imprescindible para que el lector te conozca, para que el mundo sepa de ti y de tu obra.

Confieso que no soy una culturillas, por más que lea, luego no me acuerdo de nada, tengo memoria de pez. Por eso no se me ocurría qué información interesante podría aportar a éste blog, para que fuera algo más que una herramienta publicitaria.

Y me he dado cuenta, de que hay algo que sí puedo compartir con vosotros, y es el hecho de estar cumpliendo un sueño, con todos los problemas y vicisitudes del camino. Porque todos tenemos sueños, y la mayoría los tenemos abandonados, por imposibles, porque el presente y sus necesidades ineludibles nos impiden perseguirlos. Y vemos que los años van pasando, y dejamos que la rutina rija nuestros destinos. Y nos olvidamos de aquello con lo que soñábamos cuando todo eran ilusiones y teníamos la vida entera por delante. Y hasta perdemos esa chispa que nos hacía especiales.

Pero yo he comprobado, que cuando recuperas tus sueños, tienes claro tu objetivo, y te encaminas a él, estás creando la posibilidad de que se cumplan. Y entonces, eres imparable. Aunque sólo sea durante unos instantes, aquellos en los que luchas por hacer realidad lo que sólo fueron ilusiones.

Así que ésta es la historia de un sueño, de mi sueño. Y para hacerlo realidad, no hay hadas madrinas ni varitas mágicas. Pero sí Hadas aragonesas, de las de mi tierra, de las que de verdad existieron.

Nos vemos.

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